Dime con quién andas y te diré quién eres. Así reza un popular refrán que, aplicado a los hermanos El-Mann Arazi y ciertos funcionarios de la administración pública, es completamente cierto, pues todos son de la misma calaña, ya sea porque han sabido rodearse de aliados poderosos para ser intocables, o bien porque no ejercen sus funciones y aun así no los destituyen del cargo.
Por un lado, tenemos a Moisés, André y Max, quienes son fideicomitentes y forman parte del Comité Técnico de Fibra Uno. Estos personajes desviaron 2,000 millones de pesos que entregaron a la Fiscalía General de la República mediante la celebración de un criterio de oportunidad, confesando haber cometido el delito de lavado de dinero.
Por otro, tenemos a las instituciones del país encargadas de investigar y perseguir la comisión de delitos, como la Fiscalía General de la República y la Procuraduría Fiscal, que han decidido entorpecer investigaciones abiertas con motivo de denuncias presentadas en contra de los El-Mann Arazi, o bien no iniciar las acciones legales procedentes para dar lugar a las investigaciones donde otras dependencias del Estado han señalado la comisión de delitos.
Fibra Uno, fideicomiso del que son directivos relevantes los El-Mann Arazi, negó tener relación con el dinero “recuperado” por el gobierno y aseguró haber actuado dentro del marco de la ley. Lo anterior, a pesar de que sus cuentas bancarias habían sido bloqueadas por la UIF y los El-Mann habían realizado el pago de 2,000 millones de pesos mediante la celebración de un criterio de oportunidad para lograr el desbloqueo de cuentas.
Actualmente, existen denuncias presentadas en contra de los El-Mann para que la autoridad identifique el origen del dinero entregado al gobierno federal. Pero a pesar de las denuncias y las acciones que se han presentado en contra de los hermanos, no hay avances en las investigaciones; incluso, a pesar de que existe una opinión de delito emitida por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la cual afirma que los altos directivos de Fibra Uno han cometido acciones por las que podrían pasar de 5 a 10 años en prisión por no haber reportado el bloqueo de cuentas y las del fideicomiso ante la Bolsa de Valores.
Esto demuestra que los El-Mann se han hecho de aliados poderosos que les permiten omitir información, infringir la ley, robar dinero y, a pesar de todo, salir impunes. Por eso, no hay que descartar que esos aliados pueden estar dentro de toda la administración del gobierno federal. Sin duda eso puede ayudarles a la hora de pedir favores y salir airosos, pese a tener fama de corruptos y ladrones.